La Autoridad Nacional del
Ambiente es, en mi opinión, una entidad que por muchos años ha demostrado ser
un ente casi nulo, aunque otras le llevan la delantera. A lo largo de los años
se han permitido abusos en detrimento de la naturaleza, por eso, no pueden
hablar ahora de que tienen interés y hay una política clara para su protección,
menos enfocada al sector agrícola.
Si bien es cierto que en muchos
países el uso de etanol ya tiene cierto recorrido, estoy casi segura, por no decir
que cien por ciento – por la forma como se generan las cosas en Panamá y las
correderas a última hora –, que en esos países sí se hizo una campaña educativa
gradual sobre los posibles efectos a los automóviles no adaptados y cómo
prepararse para ello.
Los expertos invitados a ciertos
programas que he logrado escuchar han hecho mucha referencia a vehículos nuevos
todavía en garantía, y que las distribuidoras tendrían que responder por
cualquier daño ocasionado, pero no han dado recomendaciones a los propietarios
de autos viejos no habilitados para el uso de este aditivo.
Ninguno ha hecho referencia al
procedimiento a seguir para acondicionar los vehículos viejos y minimizar los
posibles daños, pues al final repercutirán en la economía del usuario. Tampoco
han dicho quién responderá por los desperfectos a la propiedad privada. Y si a
lo anterior le sumamos que no hay muchos talleres de mecánica competentes y
serios, podríamos afrontar serios problemas.
Tampoco comprendo cómo una ley
redactada y aprobada con tiempo no haya sido comunicada al usuario con
antelación, sino que nos enteramos a última hora, por ende, la preocupación
está más que justificada.
Más que informar de las grandes
bondades del etanol para el medioambiente, se tiene que comunicar de forma
clara y amplia sobre los posibles daños mecánicos a nuestros vehículos y qué se
debe hacer para minimizar cualquier impacto negativo, pues estamos hablando de
un bien mueble que a muchas personas les ha costado trabajo adquirir. Se
necesita mayor divulgación.
CHRISTI ESCALANTE
opinion@prensa.com