4 de septiembre de 2013

Del Etanol y Más


Durante las distintas administraciones de gobierno nunca había visto tanta preocupación por proteger el medioambiente como en la presente. De repente, ha surgido un supuesto interés enfocado en combatir la contaminación y de promover al sector agrícola a través del bondadoso etanol.
La Autoridad Nacional del Ambiente es, en mi opinión, una entidad que por muchos años ha demostrado ser un ente casi nulo, aunque otras le llevan la delantera. A lo largo de los años se han permitido abusos en detrimento de la naturaleza, por eso, no pueden hablar ahora de que tienen interés y hay una política clara para su protección, menos enfocada al sector agrícola.

Si bien es cierto que en muchos países el uso de etanol ya tiene cierto recorrido, estoy casi segura, por no decir que cien por ciento – por la forma como se generan las cosas en Panamá y las correderas a última hora –, que en esos países sí se hizo una campaña educativa gradual sobre los posibles efectos a los automóviles no adaptados y cómo prepararse para ello.
Los expertos invitados a ciertos programas que he logrado escuchar han hecho mucha referencia a vehículos nuevos todavía en garantía, y que las distribuidoras tendrían que responder por cualquier daño ocasionado, pero no han dado recomendaciones a los propietarios de autos viejos no habilitados para el uso de este aditivo.

Ninguno ha hecho referencia al procedimiento a seguir para acondicionar los vehículos viejos y minimizar los posibles daños, pues al final repercutirán en la economía del usuario. Tampoco han dicho quién responderá por los desperfectos a la propiedad privada. Y si a lo anterior le sumamos que no hay muchos talleres de mecánica competentes y serios, podríamos afrontar serios problemas.

Tampoco comprendo cómo una ley redactada y aprobada con tiempo no haya sido comunicada al usuario con antelación, sino que nos enteramos a última hora, por ende, la preocupación está más que justificada.
Más que informar de las grandes bondades del etanol para el medioambiente, se tiene que comunicar de forma clara y amplia sobre los posibles daños mecánicos a nuestros vehículos y qué se debe hacer para minimizar cualquier impacto negativo, pues estamos hablando de un bien mueble que a muchas personas les ha costado trabajo adquirir. Se necesita mayor divulgación.

CHRISTI ESCALANTE
opinion@prensa.com